Emprendí con algunos amigos un viaje, el cual, me alejaría de rudas fatigas, y al mismo tiempo, refrescaría imágenes, que celosamente yo guardaba como diademas desde mí infancia.
El rostro finamente surcado de nuestro guía, nos anunciaba rincones de sabiduría sorprendentes.
Alineados, nos abrimos paso hacia el poniente. Dejábamos atrás, enormes masas de piedras, cuya altura aumentaba a medida que avanzábamos.
Nos aproximamos hasta un torrente y aquel hombre, unos pasos más adelante, alza sus manos y nos señala una singular piedra que se hallaba sobre un promontorio. Redonda. Perfecta.
Tan redonda, tan perfecta y que, a pesar de su dimensión, el viento inquieto, que cruzaba las estrechas gargantas y riscos, podría hacer que, aquella, se desmoronase hasta nuestro pies.
El guía, nos observaba y como un eco que se repite de cumbre en cumbre, de un modo muy especial: <<¡Puriq...Puriq! *>>, mis tres amigos y yo le oímos exclamar.
Susana Llerena
Septiembre 2024
*Vocabulario- Quechua / Español
Puriq: Viajero